lunes, marzo 01, 2010

De tiendas

Fue un arrebato. O el recuerdo resacoso de una noche estúpida. Pero al ir al baño, al mirarse en el espejo, supo que no era la misma persona, que sí lo era, en realidad, pero no era igual, aunque se sentía como si siempre hubiera sido así. Tenía un recuerdo lejano del ayer, de su viejo yo.
Recodaba una novela, o un artículo sobre alguien que se despierta y es otra persona, en el reflejo hay otra persona. Pero se veía igual que siempre. Y aun así sabía que no lo era.
Decidió ir a trabajar. Vestirse fue raro. Salir a la calle aun más. Pero el silencio de la oficina le confirmó que ya no era como antes. Nadie se acercó, al principio, a su mesa. Solo dos compañeros fueron a saludar, no sabían si reír, celebrar la broma o llamar a un médico.
Su jefe, un psicópata con gran porvenir en la empresa, decidió tomar la iniciativa y a la hora de comer se encontró en la calle con todas sus cosas.
En la cafetería de siempre sentía los mismos susurros. Solo el camarero miró sin disimulo, sorprendido, riendo y al cabo con una gran sonrisa. Invitó al café y sus dos besos de despedida le quitaron el frio de la soledad que estaba sintiendo.
A la tarde se fue de tiendas, tiendas que no conocía, que eran todo un descubrimiento.
Solo tenía un vestido que su ex-novia había olvidado en casa, y necesitaría mucha ropa nueva para su nueva vida.