lunes, agosto 07, 2006

El sentido

¿Qué sentido tiene el escribir, pensar, divagar, canturrear, gritar, susurrar, pintar y todos esos cientos de verbos que podriamos usar para explicar lo que transmitimos en este pequeño espacio que será propio y ajeno?
Propio por lo que uno va dejando, sea suyo, sea real, sea inventado, simplemente imaginado. Sea éste el pensamiento, sea simplemente una actuación en la mente de alguien diferente.
Ajeno por quedar ahí, libre de la lectura de otros ojos, poseido, si es tal menester, por otras mentes, olvidado en este eter eléctrico, perdido entre las tablas de esta red, de este mundo de pantallas y teclados.
¿Sentido? ninguno, supongo, pero qué sentido tiene vivir salvo seguir viviendo (VIVIENDO, si pudiera ser).


Un instante doloroso, una punzada que le entra por la retina vidriosa, el calor que ablanda el plástico azul. Tartufo despierta a un nuevo día mirando por la inalcanzable ventana. Deja que el cielo azul seque sus estériles lágrimas. Sueña sin saber que sueña, temblando mientras desde las tablas es observado, miles de ojos en los nidos de araña. Padre y madre, nota el calor de su compaña.
Tartufo espera, siempre, a que se apague otro día.